En California, el soborno por un testigo es considerado un delito grave que puede terminar en la cárcel.
Lo tomamos como un hecho que los testigos se mostrarán en la corte para testificar cuando dicen que van y una vez en el banquillo de los testigos, hablarán con sinceridad. Si intenta pagar un testimonio de lo contrario puede ser declarado culpable de soborno.